Saludos a tod@s ^^
5 participantes
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Saludos a tod@s ^^
Pues eso, en primer lugar saludos y gracias por permitirme participar. Soy nuevo en esto de Anima, pero tengo muchas ganas de empezar. Soy de Alicante y tengo casi 21 tacos ya.
Jugaré con Rath Van Glück, el horror ( tiene un 1 en apariencia ) XDD En la partida de Lucrecio.
Pues nada, espero que lo pasemos bien ^^
Jugaré con Rath Van Glück, el horror ( tiene un 1 en apariencia ) XDD En la partida de Lucrecio.
Pues nada, espero que lo pasemos bien ^^
SirCrow- Soldado
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Edad : 37
Fecha de inscripción : 26/07/2008
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Re: Saludos a tod@s ^^
Hola Sir Crow, encantada de verte por aquí, sobre todo si vas a jugar tb en Lucrecio . A ver si nos juntamos unos cuantos y podemos empezar la trama.
Ayrish Diermissen- Soldado
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Fecha de inscripción : 21/07/2008
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Re: Saludos a tod@s ^^
Pues ya somos unos pocos, a ver como tira esto saludos ^^
Faust Reet- Soldado
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Re: Saludos a tod@s ^^
Entre esta noche y mañana quiero dejar la cosa a punto que tengo muchos pjs que revisar para que todos los que estais listos empeceis y los que no lo estan... ver que pasa al final con ellos.
Mannaset- Sacro Santo Emperador
- Cantidad de envíos : 108
Edad : 41
Fecha de inscripción : 05/06/2008
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Re: Saludos a tod@s ^^
Wiii *_* Ya somos somos 6 para Du'Lucart. A ver como va la cosa ^^
SirCrow- Soldado
- Cantidad de envíos : 12
Edad : 37
Fecha de inscripción : 26/07/2008
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Re: Saludos a tod@s ^^
Historia Rath Van Glück
Rath nació en el seno de una familia de alta alcurnia en un pueblo costero de Spheria. Tras incontables intentos fallidos, Casiopea Van Gluck finalmente dio a luz a un niño varón al que llamaron Rath. Al nacer la familia quedó sorprendida por la fealdad y horrible malformación que Rath sufría en la cara. Mantuvieron el parto en secreto y encerraron al recién nacido en una alcoba oscura, húmeda y lúgubre. Milagrosamente logró sobrevivir gracias a la ayuda de una de las criadas que fue alimentándole a escondidas y proporcionándole harapos para protegerle del frio y la humedad. Los padres de Rath, fueron olvidándose poco a poco de este, y permitieron que la criada le alimentara y "cuidara" con la condición de que no permaneciera más de 2 minutos con él y que nunca y bajo ninguna circunstancia le dejara salir de la alcoba. Y mucho menos cuando tuvieran invitados en casa. La madre, al no poder concebir ningún otro hijo, solía visitarle a medianoche para descargar su frustración en él, propinándole brutales palizas. El pobre niño, al final logró desarrollar cierta resistencia a los golpes y aprendió a
recibirlos sin casi sentir daños.
Un día cualquiera, tras su 8º cumpleaños, un grupo de bandidos asaltaron la casa matando a todos los que había dentro. Cuando llegaron a la alcoba en busca de objetos valiosos y encontraron a Rath, uno de los asaltantes fue a matarle pero para sorpresa de este, logró esquivar el ataque y le clavó el tenedor oxidado y sucio que usaba para comer en la yugular. El asaltante murió desangrado al poco tiempo y paralizado por el dolor. Rath no supo que hacer y corrió a su esquina favorita apartando las odiosas cucarachas. Pero todo aquel jaleo llamó la atención del líder del grupo que tras ver a su compañero asesinado, en vez de sentir rabia o lastima, sintió admiración y curiosidad por aquel chaval deforme. ¿Como un niño tan pequeño había podido acabar con uno de los miembros de su clan? Se acercó lentamente, midió el pulso de su compañero, y siempre con una sonrisa en la boca, se acercó a rath y le tendió la mano. Por primera vez en su vida alguien parecía ser amable con él. Dudoso, se levantó y siguió al líder del clan.
Durante los 13 años siguientes, el líder, llamado Uroboros Steiner, le enseñó a hablar, a defenderse, pero sobre todo, las artes ocultas del subterfugio. Campo en el que Rath se desenvolvía sorprendentemente bien. Se volcó en cuerpo y alma a aprender y a perfeccionar sus técnicas. No vivía para otra cosa, volcaba todo su tiempo en ello y en obedecer a su líder. Quería superarse a si mismo y poder serle de mayor utilidad a aquél
que le salvó de su terrible destino. Debido a su terrible aspecto, tuvo que mejorar su capacidad de ocultación y su habilidad para el disfraz. Dentro de su propio clan, nadie más que el líder se dirigía a Rath. Y normalmente solo para encomendarle misiones de reconocimiento y e infiltración en busca de tesoros y objetos valiosos. Un día, tras volver de una de esas misiones, regresó al escondite de su clan y para su sorpresa estaban todos muertos. Instintivamente corrió en busca de Uroboros pero esté había desaparecido. Su único punto de apoyo había desaparecido. No había ni rastro de él. Tras unos meses vagando sin rumbo, oyó ciertos rumores sobre tierras lejanas y ricas en tesoros tanto culturales como terrenales. ¿Quizás su líder se encontraría en aquellas tierras
lejanas? No tenía nada que perder. Cogió su bolsa de enseres, objetos que había "tomado prestados" en la ultima misión que hizo y partió hacia Du'Lucart, la capital de aquel reino que supuestamente era tan rico y prospero.
Rath nació en el seno de una familia de alta alcurnia en un pueblo costero de Spheria. Tras incontables intentos fallidos, Casiopea Van Gluck finalmente dio a luz a un niño varón al que llamaron Rath. Al nacer la familia quedó sorprendida por la fealdad y horrible malformación que Rath sufría en la cara. Mantuvieron el parto en secreto y encerraron al recién nacido en una alcoba oscura, húmeda y lúgubre. Milagrosamente logró sobrevivir gracias a la ayuda de una de las criadas que fue alimentándole a escondidas y proporcionándole harapos para protegerle del frio y la humedad. Los padres de Rath, fueron olvidándose poco a poco de este, y permitieron que la criada le alimentara y "cuidara" con la condición de que no permaneciera más de 2 minutos con él y que nunca y bajo ninguna circunstancia le dejara salir de la alcoba. Y mucho menos cuando tuvieran invitados en casa. La madre, al no poder concebir ningún otro hijo, solía visitarle a medianoche para descargar su frustración en él, propinándole brutales palizas. El pobre niño, al final logró desarrollar cierta resistencia a los golpes y aprendió a
recibirlos sin casi sentir daños.
Un día cualquiera, tras su 8º cumpleaños, un grupo de bandidos asaltaron la casa matando a todos los que había dentro. Cuando llegaron a la alcoba en busca de objetos valiosos y encontraron a Rath, uno de los asaltantes fue a matarle pero para sorpresa de este, logró esquivar el ataque y le clavó el tenedor oxidado y sucio que usaba para comer en la yugular. El asaltante murió desangrado al poco tiempo y paralizado por el dolor. Rath no supo que hacer y corrió a su esquina favorita apartando las odiosas cucarachas. Pero todo aquel jaleo llamó la atención del líder del grupo que tras ver a su compañero asesinado, en vez de sentir rabia o lastima, sintió admiración y curiosidad por aquel chaval deforme. ¿Como un niño tan pequeño había podido acabar con uno de los miembros de su clan? Se acercó lentamente, midió el pulso de su compañero, y siempre con una sonrisa en la boca, se acercó a rath y le tendió la mano. Por primera vez en su vida alguien parecía ser amable con él. Dudoso, se levantó y siguió al líder del clan.
Durante los 13 años siguientes, el líder, llamado Uroboros Steiner, le enseñó a hablar, a defenderse, pero sobre todo, las artes ocultas del subterfugio. Campo en el que Rath se desenvolvía sorprendentemente bien. Se volcó en cuerpo y alma a aprender y a perfeccionar sus técnicas. No vivía para otra cosa, volcaba todo su tiempo en ello y en obedecer a su líder. Quería superarse a si mismo y poder serle de mayor utilidad a aquél
que le salvó de su terrible destino. Debido a su terrible aspecto, tuvo que mejorar su capacidad de ocultación y su habilidad para el disfraz. Dentro de su propio clan, nadie más que el líder se dirigía a Rath. Y normalmente solo para encomendarle misiones de reconocimiento y e infiltración en busca de tesoros y objetos valiosos. Un día, tras volver de una de esas misiones, regresó al escondite de su clan y para su sorpresa estaban todos muertos. Instintivamente corrió en busca de Uroboros pero esté había desaparecido. Su único punto de apoyo había desaparecido. No había ni rastro de él. Tras unos meses vagando sin rumbo, oyó ciertos rumores sobre tierras lejanas y ricas en tesoros tanto culturales como terrenales. ¿Quizás su líder se encontraría en aquellas tierras
lejanas? No tenía nada que perder. Cogió su bolsa de enseres, objetos que había "tomado prestados" en la ultima misión que hizo y partió hacia Du'Lucart, la capital de aquel reino que supuestamente era tan rico y prospero.
SirCrow- Soldado
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Re: Saludos a tod@s ^^
tio, me da pena la historia de tu PJ, pero esta que te cagas tambien, espero que hagamos buenas migas en Du Lucart ^^
Zerah Zaphire- Soldado
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Re: Saludos a tod@s ^^
Si ? pues la hice rapido y basandome en lo horrendo que era XDD pobrecito si...XD Y nah, seguro que nos llevamos bien ^^
SirCrow- Soldado
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Re: Saludos a tod@s ^^
Claro hombre ^^
Zerah Zaphire- Soldado
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